Visitar las Hurdes en otoño es una explosión de color, al visitar aquella comarca extremeña pareciese que el cerebro se pusiese en modo "saturación", te frotas los ojos ante tanto color, rojos, verdes, amarillos, naranjas... todos juntos y tan fuertes y reales, y ademas es una comarca bastante tranquila, desde luego me ha dejado huella en mi retina e intento mostrarla con fotos como esta de un bosquecillo cercano al pueblo de Riomalo de Abajo, en Caceres.