Se ha convertido en uno de los símbolos de la Barcelona postolímpica. El gran pez dorado parece flotar sobre el Mediterráneo. El sol se refleja sobre las escamas doradas de esta escultura en forma de pez que domina la fachada marítima del puerto olímpico y las playas de Barcelona.
Era el año 1992 cuando la flamante Barcelona olímpica transformaba su fachada marítima. Nacía entonces el nuevo puerto olímpico, protagonizado por dos torres; por un lado, la torre Mapfre. Por otra, el Hotel Arts. Es a los pies de este edificio, mirando al cielo, donde Frank Gehry instaló una escultura con forma de pez. Con 56 metros de largo y 35 de altura, el animal parece querer lanzarse al azul mar Mediterráneo sobre el que se encarama.
La escultura nace de un gran entramado dorado de finas líneas de acero inoxidable sustentadas sobre una estructura metálica: una forma suave y sutil, marcada por la intensidad de su color dorado. Es fruto del juego de los rayos solares sobre esta piel que, según la intensidad de la luz, se convierte en escama y acentúa la forma orgánica de esta gran pieza. Visible desde la playa de la Barceloneta y el Port Olímpic, el Peix es ya un icono consolidado de la ciudad.
Fuente: Guía de Barcelona
Art - "Peix", Barceloneta Barcelona